Cuando mi empresa me ofreció la posibilidad de adentrarme en el mundo de las Redes Sociales, no lo dudé. Me considero una persona con gran entusiasmo por lo que hago y cualquier reto me encanta. De hecho, creo que debemos adaptarnos y evolucionar en lo que a las tecnologías se refiere apostando por la Transformación Digital que nos está “abasteciendo” de nuevas herramientas para la atención de nuestro cliente.
Aunque yo ya atendía en Redes Sociales, Linkedin no lo había utilizado nunca. Así que me creé la cuenta sin ningún conocimiento al respecto, comencé a indagar creando mi perfil y busqué a aquellas personas que podrían estar interesadas en lo que yo quería plasmar para que me leyeran día a día. Me fijé en lo que hacía las personas más afines a mis intereses profesionales, y vi que publicaban artículos diariamente, los cuales otros leían, comentaban y compartían con cada uno de sus contactos. Entonces hice lo propio para conseguir seguidores que leyeran mis palabras y que éstas también llegarán a otros. De esta manera, comencé a leer y leer textos interesantes para aprender de los que más influencia tienen en esta red.
En cuestión de 1 mes, pasé de no tener perfil a tener MÁS DE 3.500 SEGUIDORES, la mayoría de ellos, con gran actividad en la red y altos cargos en sus organizaciones. Pero ¿en qué se han basado para aceptar mi solicitud de contacto o seguirme? ¿qué les gusta de mí para llegar a decirme que les encanta mi perfil profesional? Yo lo tengo claro, la ilusión y creer en ti está por delante de todo, incluso por delante de la experiencia profesional que tengas.
¿Cómo lo hice? Solo 5 consejos:
- Creé un perfil completo. Con detalle de mi experiencia y conocimientos, poniendo cariño en completar todos los requisitos que te pide Linkedin para tener un perfil competente.
- Leí mucho. Dentro y fuera de la red, para empaparme bien de todos aquellos temas y tendencias que me interesaban y tener una base de conocimiento para defender mi criterio.
- Busqué mi propia red, es decir, afines a tu perfil para que el contenido que compartiera les resultara atrayente.
- Interactué con los contenidos que me interesaban. Ya fuera recomendando, compartiendo, o, preferiblemente, comentándolos para aportar valor.
- Lo demás vino solo. Al final la propia inercia hace que tu red crezca si la mantienes viva.
Y lo mejor es que me he sentido muy ilusionada y apoyada, hasta el punto de que muchos de mis contactos me han ofrecido su ayuda sin apenas conocerme. Esto es muy valioso, pues en este Mundo Digital en constante evolución, todos debemos ayudarnos aportando cada uno nuestro “granito de arena”. Por eso, cuando pienso en cómo ha ocurrido todo esto, siempre digo que, si quieres algo, pon pasión y lucha por conseguirlo, superarse es clave para conseguir el talento y el éxito.
En conclusión, después de los meses que llevo en esta Red Social y leyendo a grandes profesionales, considero que en los tiempos que estamos, en plena Transformación Digital, es vital tener actividad en Redes Sociales a nivel profesional. Es la mejor manera de darnos a conocer creando nuestra propia marca profesional que nos posicione en la mente de las personas con las que interactuamos y a las cuales aportamos nuestro conocimiento.