Los empleados son el activo más importante que tiene cualquier compañía y, por ende, la clave para transformar internamente su organización. Mucho se habla de la automatización de los puestos de trabajo, pero el hecho es que sin personas encargadas del control y mantenimiento de esas máquinas no sería posible el funcionamiento de esos robots.
Después de muchos años gestionando equipos ricos en diversidad, he podido comprobar que, sin sinergias, sin comunicación, sin motivación y sin atención a las demandas de nuestros colaboradores, su desempeño y, por tanto, los resultados de la compañía, están lejos de brillar y alcanzar su máximo potencial. Y me enorgullece decir que centrarnos en las personas que trabajan día a día con nosotros es la principal razón por la que Atento es una de las multinacionales de Contact Center más importantes.
Al igual que los empleados son los que proporcionan la ‘inteligencia’ a los ordenadores, también son los únicos capaces de entender de una manera más cercana y humana al cliente ofreciéndole lo que demanda y satisfaciendo así sus necesidades. Es decir, de ellos depende el correcto funcionamiento de todos los procesos de las empresas. Así, mientras que otras compañías centran sus esfuerzos en otros factores productivos, en Atento nos centramos en las personas y en cómo, gracias a ellas, podemos ofrecer más valor y ventajas competitivas para obtener una Experiencia de Cliente diferencial.
Un buen equipo de trabajo es el responsable de que la empresa alcance con mayor facilidad los objetivos que se marque. Por este motivo, conocer las necesidades de los empleados e implicarse con ellos, tratando de solucionar sus necesidades y poniendo a su disposición las herramientas para desempeñar sus funciones de una forma excelente es fundamental para nosotros.
Lo que viene siendo Employee Experience, término tan de moda últimamente, pero cuya esencia vivimos en Atento desde nuestra génesis, y que se materializó aquel mayo de 2011 cuando conseguimos ser la primera empresa de nuestro sector reconocida como un Great Place to Work (de momento, ninguna otra lo ha conseguido, mientras que nosotros lo hemos refrendado varios años consecutivos, incluido este 2019).
Por otro lado, en una compañía como la nuestra, en la que la Transformación Digital está modificando muchas de las tareas tradicionales y creando nuevos puestos de trabajo, la adecuada formación de las personas y la transparencia dentro de la compañía, son la clave para generar la evolución interna necesaria para mantenernos en la vanguardia del sector. Es determinante apostar por la formación de nuestros empleados para mantenernos a la cabeza del liderazgo sectorial y, sobre todo, para afrontar la Aceleración Digital con garantías de éxito. Igualmente, otra palanca que resulta básica en este contexto es la transparencia. Es importante saber para qué se trabaja y con qué objetivos y, por ello, tener informados a los empleados es un factor decisivo para alcanzar el éxito.
Pero si hay dos aspectos esenciales en la gestión de personas que debemos tener siempre presentes, son la confianza y el reconocimiento. Trasladar a tu equipo la seguridad de que juntos somos capaces de lograr lo que nos propongamos, no es fácil, pero cuando remamos todos en el mismo sentido, he visto alcanzar metas que a priori parecían inalcanzables. Por supuesto, y para cerrar el círculo, siempre dar las gracias, poner en valor el trabajo de las personas que tienes al lado, es tan importante como el trabajo en sí mismo.
En conclusión, el capital humano es el factor diferencial de cualquier empresa. Formar, informar, confiar y agradecer, son enseñanzas que he ido adquiriendo a lo largo de mi trayectoria, y que, no por sencillas, dejan de ser importantes. Es mucho más que construir un buen lugar al que ir a trabajar, es crear entre todos un espacio en el que ofrecer lo mejor de nosotros mismos.